No estoy
segura qué sea la nostalgia, generalmente este sentimiento me invade cuando la
situación aún está presente, no sé en qué momento algo mágicamente pasa de
doler a ser parte de un pasado que no va a volver, de un futuro inexistente y
un presente paralelo.
No estoy
segura de haber sentido alguna vez nostalgia, creo estoy en un momento donde mi
vida está cambiando, situaciones realidades y personas están saliendo de mi
vida, talvez eso es la nostalgia.
Al mismo tiempo,
como siempre, mi pasado siempre está timbrando a la puerta, hace unas semanas fui
a Monterrey, me doy cuenta que han pasado diez años desde la última vez que
viví ahí, veo ese rancho grande tan cambiado y en el fondo tan similar como
cuando llegué a los diecisiete, esa sociedad tan cerrada y elitista hoy extrañamente
tan cálida y hospitalaria.
Pienso en
el pasado y me siento tan ajena a la persona que era, pero a la vez soy la
misma, tan insignificantes se me hacen los problemas que me derrumbaron en el
pasado y tan acertadas las decisiones del destino de haberme hecho seguir un
camino diferente a eso que tanto anhelé.
Hoy intento
no basar mi felicidad en situaciones que se encuentran fuera de mi control,
trato de alejarme de lo que se me enseñó que es la felicidad y el éxito, y
busco descubrir esas definiciones por mí misma.
El tiempo me
ha enseñado que nada resulta como lo planeamos, al final de cuentas nada duele
por mucho tiempo, no me arrepiento de ninguna decisión que ha tomado el destino
por mí, porque al final no fueron mis decisiones, por eso confío en el futuro
sin dejar de trabajar en mi propia felicidad: encontrándome , descubriéndome y aceptándome.