jueves, 9 de marzo de 2017

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De niña siempre fui muy consentida, me encantaba comprar ropa: el rosa, el glitter, los olanes, el terciopelo de finales de los ochenta.

No estoy segura si los aires de grandeza fueron algo aprendido o simplemente parte de mi naturaleza, pero era algo que mi mamá siempre fomentó en mí, yo era una princesa.

A los tres años seleccionaba antes de vestirme los accesorios que usaría, aún en calzones me enjoyaba con las cosas de mi mamá, que después cambiaba por moños y bolsas más acordes a mi edad.

Mi papá llamó ese día para decirnos que íbamos a salir a cenar, corrí a mi closet para sacar ese vestido nuevo comprado el día anterior (o tal vez esa misma tarde) pues era la ocasión perfecta para estrenarlo.

El vestido era de cuello de tortuga morado y se abría en A desde el cuello y hasta las rodillas, nada especial pero el solo estrenar hacía la ocasión especial.
Al llegar al restaurante mi entusiasmo se desplomó.


-me arreglé tanto para venir a unos simples tacos?-

viernes, 3 de marzo de 2017

Doctor Mojón

No entiendo en que se basa Facebook para sugerir un “amigo”,  un error o coincidencia en los algoritmos hizo que me apareciera la madre del doctor mojón. No tengo ni idea de su nombre pero al verla junto a su retoño entendí de quien se trataba… Facebook está muy trastornado con semejantes sugerencias.

Como olvidar al doctor mojón, entró en mi vida los últimos meses en Monterrey, acababa de graduarme y por primera vez tenía un trabajo, que por cierto cero me gustaba.
El doctor mojón era amigo de mis amigos, siempre se me había hecho atractivo pero sabía que tenía una novia perpetua. Ese día de verano caluroso Facebook chismoso me contó que el Mojón estaba Single, aunque no nos conocíamos directamente los dos sabíamos quién era el otro y decidí enviarle un inbox y quedamos para salir.

Pasó por mí, fuimos por unos drinks y todo terminó en mi cuarto. Los días siguientes el mojón me visitaba casi diario para la dotación de besos y aparentemente todo avanzaba muy rápido.

-sabes, tengo que contarte algo.. Tuve una discusión muy fuerte con mi novia, pero no hemos cortado, ya estamos en las últimas.. Pero no quiero engañarte-

No me encantaba empezar una relación cuando él aún no había terminado la otra pero era cuestión de tiempo que algo que ya se había terminado se acabara por completo.

-Hola como estás, sabes.. dejé mi sesión abierta en Facebook y mi novia leyó tus mensajes, va a marcarte para preguntar de que se trata, plz di que todo es un malentendido-

En esa llamada me di cuenta que la única que sobraba aquí era yo, y que nada iba a ningún lado con el doctor mojón, obviamente no me presté a sus mentiras.

La voluntad nunca ha sido lo mío y la venganza es algo que me brota con naturalidad, volví a ver al doctor mojón y en la cama toqué el tema de lo mucho que quiere a su novia, tanto que estaba nuevamente en mi cama, todo acabó en resentimientos y se fue sin despedir.

En aquel entonces no sabía de anticonceptivos más allá de condones, y revolví interrumpir un tratamiento con pastillas con día siguiente y como resultado me quedé sin periodo por 3 meses.
Ese tiempo fue un proceso desgastante, lleno de ataques psicológicos y amenazas de todo tipo.
Cuando todo terminó, me enteré que Dr. Mierda había vuelto con su novia y eran más felices que nunca, al parecer yo incluso había ayudado a que su relación se fortaleciera, además de todo esto llegó a mis oídos que la novia andaba diciendo a quien quisiera escuchar que yo estaba loca, que me había inventado una relación con su fiel novio y que el pobre era acosado por una enferma.

Ahí dije es suficiente, conseguí su teléfono y le marqué.

-qué crees que sea más lógico? Que tu novio te haya puesto el cuerno? O que estoy tan loca como para inventarme esta historia?
Increíblemente contestó –lo segundo-

-En ese caso no solo estoy loca, también soy vidente porque sé que tu novio tiene un lunar en su diminuto pene –