Hace poco después de una de esas crisis que me dan de vez en cuando, de esas que hace 10 años pensaba que jamás terminarían, que hoy después de tanto se que están fuertes y canijas.. pero al final.. TODO TODO PASA.. llegué moqueando al consultorio de una psicóloga.
María no juzgues porque se ve naquita, total, me enfoqué a lo que venía y a lo largo de 45 minutos hablé sin parar un monólogo entre cómico, fatalista, y por demás adjetivos que puedan adjudicarse a una verborrea depresiva.
En fin, tal vez fue mi error, hablé sin parar y no me permití analizar si me gustaba la forma como que me atendía.. al final ni me atendió , démosle una siguiente oportunidad.
La siguiente cita me enfoqué a analizar si era la persona adecuada para mi, le lancé varias bolas y por fortuna no me contestó como aquella psicologa regia con consejos de mamá de hace 20 años.
No estaba segura, no me cuajaba pero tal vez era muy rápido. Me dio su celular para cualquier cosa, y saliendo del consultorio vi su foto de Whatsapp:
Una sexy selfie desde un angulo superior con maquillaje exagerado.
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