Romina es una perrita chihuahua, su dueña la adora. Tiene una carita preciosa, color chocolate y patitas blancas que parecen zapatitos. A primera vista parece chihuahua “genunio”, pero ya viéndola de cerca y a los ojos de un experto en pedigree.. sus patitas son ligeramente más largas de lo que deberían ser, por lo cual.. fina fina.. no es.
Ella es muy consentida y algo presumida, sin embargo no olvida su amarga condición. Es de esas perritas que va a todos lados con su dueña. Adora ir en su bolsa pues sus patitas están cubiertas y la gente le tira piropos hasta regalar… su cumplido favorito siempre es y será “mira que linda perrita.. tan fina que se ve!”
Cuando la ponen a caminar la historia no es la misma, su humor depende mucho de los perros con los que comparte el parque, detesta toparse a esos perros corrientes que no se distingue bien si son labradores o salchichas, pero adora coquetear con Pomeranias o Bulldogs.. bueno , con que sean perros finos pues.. como ella.. de pedigree.
Hoy Romina conoció a un Pug.. los 2 están en el proceso de olfateo , saludo, reverencia .. cuando a la escena se suma otra participante: una perrita chihuahua de esas finas finas con proporciones de reina de pedigree. A Romina esto la toma por sorpresa y su primera reacción es encorvarse tratando de ocultar sus 3 cm de altura por encima del límite aceptado para una chihuahua fina, tan evidentes en estos momentos . –que linda perrita tienes! – le dice la dueña de Romina a la dueña de la reina pedigree.. – y la tuya.. tan curiosita! – responde.
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