Tim rondaba los cuarenta y pico y vivía en el Presidente,
llevaba varios meses hospedado ahí mientras buscaba un departamento amueblado.
-¿Trabajaste en diseño
de interiores? Tal vez puedes ayudarme
con mi departamento-
Lo primero que llamó mi atención fue su estilo, me encantan
los hombres europeos de 40 y pico que transpiran elegancia.
Platicamos de todo un poco, él hablaba excelente español, me
contó de su trabajo, de sus viajes dentro de México y me invitó a conocer su
castillo en Francia cuando quisiera.
Tim además de guapo era interesante, tenía justo la edad
límite y los atributos para pensar en el como un posible prospecto amoroso.
Terminamos la cena en su habitación y nos adelantamos a
comernos ese postre que debí haber reservado para el tercer date.
Por su trabajo Tim rara vez estaba en la ciudad. Seguimos en
contacto esporádico y coincidimos 2 o 3 veces en intervalos de 3-5 semanas.
-¿Te late vernos hoy?-
-No puedo.. Tengo una
cena con compañeros de trabajo.-
-Invítame-
-No puedo, conocen a
mi esposa-
-¿Qué??? Estas casado?!-
-Ah.. ¿no te lo había
comentado? –
No hay comentarios:
Publicar un comentario