Así es Mr. Porsche, adictivo y dañino, el speach ya te lo
sabes y la advertencia es muy clara, pero te vale madres y te atragantas toda
la bolsa de papas hasta acabar con la lengua escaldada.
De los mensajes amistosos pasamos a los mensajes coquetos,
del mensaje coqueto a la foto y de la foto al date.
-me caga tu carro-
-no te preocupes,
mañana saco el mercedes-
Este segundo date me arreglé más que el primero, blusa “See
through” pero sin escote, falda favorecedora suelta y tacón grueso color piel,
maquillaje muy sutil y perfume Viktor & Rolf.
No sé si sirvió de mucho mi empeño pues el 90% del date
estuvimos desnudos, y fue ahí donde el glutamato monosódico hizo sus efectos, todos
mis sentidos adictivamente lo disfrutaron, su aroma, su sudor, su sabor, sus
canas, su voz, sus abrazos, sus besos, sus palabras.. Sencillamente esa droga
me apendejó y sus efectos duraron varios días donde andabatonta e incluso me
costaba concentrarme para trabajar.
Una vez que la calentura se difuminó un poco el terror me
invadió, tenía un sentimiento de ansiedad que no me daba hace varios años y del
cual solamente me ha llevado a situaciones dolorosas, esa ansiedad de
advertencia que te dice con una luz roja deslumbrante “WARNING!”
Ahí en mi locura le mande algunos textos pidiendo que me
tratara bien , que soy un ser complejo, que no soy solo sexo.
-no te preocupes, se perfectamente
lo que eres , no te he tratado bien?
Al menos advertido está, estoy loca, no estoy normal, corre
y cógete a viejas buenotas que no tengan esta mente trastornada que tengo yo.
Una parte de mi decidió renunciar a él antes de que fuera
demasiado tarde, pero otra parte se quería atascar sin pensar mucho en las
obvias consecuencias donde la única que pierde siempre soy yo.
Así les conté a varios amigos la historia y pedía consejo,
la mayoría de los cuales fue aléjate, y uno que otro, disfrútalo, pero no
claves.. aunque te conozco y te vas a clavar.
En esas estaba cuando conocí al nuevo novio de mi mejor
amigo, un chavo de treinta y tantos que sentí quería quedar bien conmigo
pues no dejaba de piroparme. Conté todos los detalles de Mr. Porsche como lo había hecho
anteriormente más de 10 veces con varios interlocutores agregando el comentario
final “ no soy el tipo de mujer para un hombre para el, no entiendo que me ve
él a mi”
Su respuesta me dejó helada
“sabes María, eres una
mujer guapa, inteligente, con clase, culta, extrovertida, divertida y sensual.. no
entiendo que le ve una mujer como tú a un tipo como él, alguien como tú merece la casa grande”
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